Historia

Atienza sufrió un retroceso económico durante la Guerra de Sucesión (1702-1713) al convertirse en base de operaciones militares de Felipe V en 1706. Vecinos de Atienza lucharon en las batallas de Almansa, Brihuega y Villaviciosa, lo que influyó negativamente en la demografía de la Villa. A partir de 1712 Atienza experimentó un aumento económico y demográfico lo que hizo que recuperase su esplendor. Parte de sus casas fueron construidas o reconstruidas. En 1752 Atienza tenía 466 casas habitadas por 455 familias y 4 casas deshabitadas. Atienza dejo de estar sometida en el siglo XVIII a jurisdicción señorial y paso a ser Villa realenga, lo que supuso menos cargas económicas y más libertad. La población de Atienza vivía principalmente en el núcleo urbano. El volumen de artesanos era del 40% de la población (200 artesanos), por lo cual parte de la producción artesana era dedicada a otros pueblos. La población se puede distribuir por su actividad y establecer porcentajes:

La comarca de Atienza se extendía al Norte hasta Bochones, al Este hasta Cincovillas, al sur hasta La Bodera y al Oeste hasta Aldeanueva. En total era una superficie de 21.860 fanegas de tierra. Su distribución era la siguiente:

Los trabajos eran muy variados. Estos se pueden agrupar en diferentes oficios, cada uno con sus ganancias y salarios:

Agricultura y Ganadería.
Para la siembra del trigo y de la cebada se utilizaban las mejores tierras y las de peor calidad para la siembra del centeno y la avena. Los rendimientos del trigo eran de 1312 Kg. por hectárea en tierras de 1ª calidad, 1020 Kg. por hectárea en tierras de 2ª calidad y 791Kg. por hectárea de tierra de 3ª calidad. La tierra se labraba con ayuda de animales de labor (98 cabezas vacunas, 59 mulares y 43 yeguas dedicadas a la labranza).

Las tierras de regadíos eran escasas, con solo 58 fanegas o 10,7 hectáreas, que se repartían cerca de arroyos y fuentes. Los cultivos eran de leguminosas y todo género de hortalizas. El cultivo de la patata se introdujo a finales del siglo XVIII.

Los prados también eran escasos. La extensión de estos era de 18 fanegas de regadío y 152 de secano, un total de 37,6 hectáreas. En cambio, los pastos de Común de Villa y Tierra eran suficientes para nutrir la cabaña de ganado:

En el catastro no se mencionan ganado porcino y de corral pero es evidente que existía ya que con este tipo de ganado la gente podía tener alimentos durante todo el año. También había 148 colmenas repartidas entre 11 personas.

Ganaderos, Tratantes y Arrieros.
El ganado lanar daba los beneficios más altos de la villa. Había tres grandes propietarios. El resto de los ganaderos (50) se dedicaban a las ovejas churras.

Había tratantes de machos cabríos y mulas. El oficio de arriero era con frecuencia también tratantes de mulas. El oficio de arrieros era bastante beneficioso, ya que había mucha gente que se dedicaba a este oficio, un total de 53 personas y se utilizaban 181 mulas. Los arrieros tenían gran importancia para la Villa al tener parte de su artesanía dedicada al exterior de la Villa. En la lista de arrieros que hay en el catastro figuran apellidos que todavía existen en la Villa, apellidos como López, Pérez, Gómez, Moreno, Molinero, Galán, Cabellos, Alonso, Bodera, Somolinos, de Blas, Asenjo, Rondan, Sancho, García, Galán y Medina entre otros.

El comercio de ganado se realizaba en la Feria de Atienza, en la tercera semana de cuaresma, pero también en el mercado de la Villa todos los martes y sábados.

Oficios Artesanales.
Atienza tenía una actividad artesanal destinada a abastecer el pueblo y las comarcas vecinas. La relación de trabajos y trabajadores es esta:

Según estos datos parece ser que los oficios que más demanda tenían eran los de fabricante de paños, bayetas y sayales; zapatero; cardadores y maestros tejedores de paños, mientras que tenían poca demanda los oficios de tintorero, escultor, cereros, cerrajeros y albarderos.

Otros Oficios.
Además de los oficios artesanales, Atienza poseía otros muy diferentes:

En el catastro se habla de la existencia de 7 hornos para la cocción del pan, 6 tiendas de especias y frutos secos, 1 carnicería y 4 molinos: Molino Blanco, Molino del Moral, Molino del Hocino y Molino de Abajo. Algunos de estos molinos están en ruinas como el Molino Blanco.

Escuelas y Hospitales.
Atienza poseía 2 hospitales, uno llamado San Julián al cual estaban incorporados los de San Marcos, San Galindo y San Lázaro; y el otro llamado San Antonio Abad. Solo había 1 medico, 2 cirujanos y 1 sangrador. Los hospitales recogían a enfermos y pobres. Según el catastro se reconoce que había 48 pobres verdaderos. En la sanidad también había un veterinario.

La enseñanza corría a cargo de un preceptor de gramática y 1 maestro. Había solamente 1 escuela para todos los niños.

El Clero.
En Atienza había 34 miembros del clero secular y 27 miembros del clero regular. Se citan en el catastro las iglesias de Santa María del Rey, La Santísima Trinidad, San Juan, San Bartolomé, San Gil, San Salvador Y Nuestra Señora del Val.

También se citan 2 conventos: el de San Francisco con 20 religiosos y el de San Antonio Abad con 7 religiosos. Esto significa la importancia de la religión para los habitantes de Atienza.

Los Cargos Públicos.
En el Ayuntamiento estaba el alcalde, asistido por 6 regidores Y por una administración formada por 5 escribanos de número, 1 administrador de tabacos, 1 administrador del Ayuntamiento, 1 administrador del hospital, 1 alguacil y 1 portero. Del alcalde dependía la justicia civil y criminal.